martes, 4 de marzo de 2008

NANOPIPETAS DE CARBONO, MÁS PEQUEÑAS QUE CÉLULAS

(NC&T) Hay micropipetas de vidrio casi en cada laboratorio del mundo dedicado al trabajo con células, pero son frágiles en los tamaños más pequeños, pueden causar daños irreparables a la célula y no pueden utilizarse como inyectores y electrodos simultáneamente.

Haim Bau, profesor en la Sección de Ingeniería Mecánica y Mecánica Aplicada en esa universidad, y su equipo, han desarrollado las diminutas pipetas basadas en el carbono que pueden producirse en masa, para eliminar los problemas asociados con las micropipetas de vidrio. Aunque sus tamaños van desde unas decenas hasta unos centenares de nanómetros, son mucho más fuertes y flexibles que las micropipetas tradicionales de vidrio. Si la punta de una nanopipeta de carbono se aprieta contra una superficie, la punta se dobla con elasticidad y luego recupera su forma inicial. Sin embargo, son lo bastante rígidas para penetrar en las células musculares, las células de los carcinomas y las neuronas.

Los investigadores creen que las pipetas serán útiles para medir las señales eléctricas de las células durante la inyección de fluidos. Además, son transparentes a los rayos X y a los electrones, lo cual las hace especialmente útiles en la captación de imágenes en el ámbito molecular. Al agregar la proteína apropiada a la pipeta, se crea un biosensor de tamaño nanométrico que puede detectar la presencia de proteínas.

El próximo desafío para los investigadores es utilizar las nuevas herramientas en la nanocirugía.