sábado, 13 de diciembre de 2008

ALGAS MARINAS PROMETEN REVOLUCIONAR PRODUCCION DE BIOCOMBUSTIBLES

En la carrera mundial por producir biocombustibles que abaraten los costos de la energía, Argentina puede ser un gran competidor cuando llegue a convertirse en el primer país en fabricar comercialmente biodiésel a partir de algas marinas. "El uso de las algas como materia prima para producir biocombustible viene siendo investigado en Japón, en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) y en nuestro país, pero seremos nosotros los primeros en producirlo con fines comerciales", dijo a Efe el presidente la empresa Oil Fox, Jorge Kaloustian. La firma argentina, que produce biocarburantes desde 1997, suscribió este miércoles una carta de intención con el gobierno de la sureña provincia de Chubut para sembrar cuatro variedades de algas marinas que habitan en el Mar Argentino y producir aceite a partir de éstas. Para la reproducción de las algas se construirán "ponts", una especie de piletas gigantes, y se levantará en seis meses una planta aceitera, lo que demandará una inversión de entre 20 y 25 millones de dólares. El puerto chubutense de Comodoro Rivadavia (1.800 kilómetros al sur de Buenos Aires) ofrecerá la logística necesaria para almacenar el aceite que luego será transportado por buques hasta el puerto de San Nicolás, sobre el río Paraná. En esa ciudad a 250 kilómetros al norte de la capital argentina Oil Fox construirá en un plazo de nueve meses una planta que convertirá el aceite de algas en biodiésel, con una producción anual estimada de 240.000 toneladas. "Las algas como opción surgieron por una necesidad", cuenta Kaloustian. El empresario había captado 19 millones de dólares de inversores alemanes para construir la planta de San Nicolás, pero como condición para el desembolso le impusieron, entre otras, que Oil Fox consiguiese un contrato de provisión por cinco años con una destilería de aceite de soja. Si la materia prima para hacer el combustible estaba asegurada, los alemanes concederían el dinero. Pero ninguna aceitera quiso firmar un compromiso con Oil Fox ante la creciente demanda de aceite de soja por parte de clientes asiáticos que puja los precios hacia arriba. "Tenía que encontrar otra alternativa. Intentamos con el tártago para hacer aceite de ricino... Comprar una aceitera no era viable. Nos pusimos a investigar y dimos con el trabajo que se está desarrollado en el MIT. Después encontramos una investigación similar en Chubut y allí fuimos", relató el empresario argentino. La sorpresa fue mayúscula: de una hectárea de soja se pueden extraer 400 litros de aceite, pero de una superficie sembrada con algas equivalente a una hectárea se pueden producir 100.000 litros. "Para alimentar la planta de San Nicolás necesitaríamos la producción de soja de 600.000 hectáreas. Con 300 hectáreas de algas en la Patagonia se puede lograr la misma cantidad de aceite", dijo Kaloustian, quien destacó que "producir aceite a partir de algas es mucho más sencillo y con la mitad del costo que hacerlo a partir de soja". En Chubut, Oil Fox conformará una sociedad mixta con el Estado provincial para producir las algas y el aceite, en tanto que en San Nicolás fabricará el biocombustible que será exportado casi íntegramente a la Unión Europea. Argentina cuenta desde 2006 con una ley que fomenta la producción de biocombustibles que abre las puertas a nuevas inversiones en el sector, que deberá adquirir una capacidad mínima para elaborar unas 800.000 toneladas al año. En el país hay unas quince plantas elaboradoras en funcionamiento, aunque, en su mayoría, la producción no es comercial y se destina al abastecimiento de los propios productores agropecuarios que utilizan el combustible para sus maquinarias. La mayor parte de la producción es a partir de aceite de soja, del que Argentina es uno de los mayores productores mundiales, una situación que, según Kaloustian, podrían convertir al país suramericano en "la Kuwait del mundo en materia de biodiésel". La actividad está en pleno proceso de transformación, con la entrada de grandes actores empresariales -como el grupo hispano-argentino Repsol YPF y la petrolera brasileña Petrobras- y la llegada de millonarias inversiones. Estos nuevos proyectos responden, en gran medida, a que la nueva ley obliga a partir de 2010 a mezclar los combustibles tradicionales con al menos el 5 por ciento de componentes renovables.

LA NANOTECNOLOGIA: UN RAPIDO PANORAMA

La mayoría de la gente que escucha por primera vez el témino "nanotecnología" cree que se habla de las técnicas incluidas en el término "microtecnología", la tecnología usada en la microelectrónica y que ha transformado enormemente la sociedad en las últimas décadas. La relación no es del todo incorrecta, pero no es exacta.
La microtecnología es la tecnología que nos permite fabricar cosas en la escala del micrón. Un micrón es una millonésima de un metro, o, para darse una idea más clara, la milésima parte de un milímetro. Todos sabemos cuánto es un metro: más o menos la distancia entre nuestra nariz y la punta de nuestros dedos cuando extendemos del todo un brazo hacia un costado de nuestro cuerpo. Si tomamos una milésima parte de esta longitud, tenemos un milímetro. Un milímetro es muy pequeño, pero todavía podemos verlo. Ahora imaginemos que tomamos un extremo de este milímetro, lo apoyamos en nuestra nariz y lo estiramos hasta que llegue al extremo de los dedos de la mano que se encuentra en el brazo que hemos extendido. Ahora volvemos a dividir en mil partes. Tenemos una milésima de la milésima parte de un metro, una longitud llamada micrón. Esta es la escala en la que se trabaja cuando se construyen dispositivos tales como memorias, circuitos lógicos y de computación.
Los dispositivos de memoria y de lógica en venta en 1985 tenían estructuras con componentes de aproximadamente un micrón de ancho. Para 1995, momento de la aparición del Pentium, se habían alcanzado tamaños de más o menos un tercio de micrón, 350 nanómetros. Se trabaja ya en estructuras de 100 nanómetros, es decir, de un décimo de lo que se había logrado en 1985.
Un nanómetro es la medida que se obtiene si uno toma un micrón, aplica un extremo sobre la punta de la nariz, lo estira hasta el extremo de los dedos del brazo extendido y lo divide en mil partes. Es una milésima de una millonésima de metro, es decir, una milmillonésima de metro.
El nanómetro marca el límite de reducción a que podemos llegar cuando hablamos de objetos materiales. En un nanómetro caben entre tres y cinco átomos. Aunque en el universo hay cosas más pequeñas que los átomos, se trata ya de cosas que no se pueden manipular. En nuestra vida cotidiana, los átomos son los ladrillos de construcción más pequeños que podemos utilizar.
Ahora que estamos pensando en términos de átomos, démosle una mirada a un objeto producido por microtecnología. Aunque la estructura tiene una millonésima de metro de ancho, sigue siendo muy grande. Hay miles de átomos en la superficie de este objeto y miles de millones en su interior. Es un trozo del macromundo. En el interior de este macroobjeto del tamaño de un micrón existe la posibilidad de hacer miles de divisiones para obtener un nivel mayor de detalle. Si logramos llegar a un nivel de detalle del orden del nanómetro y trabajamos con una precisión de nivel atómico, el poder de nuestra capacidad para controlar el comportamiento de este objeto puede hacerse inmenso.
El ejemplo más grandioso de esta potencia se presenta en cada cosa viviente. Se requiere un entorno de agua —el elixir de la vida—, y por esto se le suele llamar "el lado húmedo de la nanotecnología". Las formas de vida que conocemos están hechas de células rellenas con agua, pequeñas bolsas de vida que típicamente tienen tamaños de varios micrones, como en el caso de los glóbulos blancos de la sangre humana.
Cada una de estas "bolsas" está repleta de miles de pequeñas máquinas que se mueven por el mundo líquido de la célula, ocupándose de la industria de la vida —enzimas, hormonas, RNA y ADN—, todas esas cosas que uno oye nombrar en los nuevos textos de medicina, biotecnología e ingeniería genética. Esas pequeñas máquinas son moléculas. Tienen un rango de tamaño de entre uno y varias decenas de nanómetros. ¡Son nanomáquinas! Están formadas por entre miles y decenas de miles de átomos. Y cada uno de esos miles de átomos tiene una ubicación exacta, definida con precisión por un diseño de ingeniería, de modo que el conjunto de esa nanomaquinaria pueda funcionar correctamente.
El ejemplo más impresionante son las enzimas. Cada una de ellas es una factoría química completa reducida a una escala de nanómetros. Estas enzimas han evolucionado durante miles de millones de años para lograr una fabricación cada vez más perfecta de sus productos químicos. En la mayoría de los casos han alcanzado los límites de la perfección. Son los catalíticos finales y fundamentales para esa reacción química que es su trabajo vital. Estas nanomáquinas moleculares son quienes hacen que la vida funcione, no sólo para ellas mismas, sino en cada planta, pájaro o entidad que se arrastra o ha arrastrado sobre la superficie de nuestro planeta.
Esta nanotecnología húmeda es increíblemente poderosa. De hecho, cuanto más se sabe sobre ella más se comprende lo mucho que queda por saber. Pensemos en la hermosura de una joven, o de una flor, o qué increíble es que un ojo humano pueda ver o que un cerebro pueda pensar. Y entonces uno piensa: este lado húmedo de la nanotecnología (que la mayoría de la gente llama biotecnología) puede hacer todo.
Pero a pesar de este increíble poder, hay varias cosas que no se pueden hacer y que nunca se podrán hacer en el lado húmedo. Una de las más importantes es conducir electricidad como un hilo metálico, como una conexión dentro de una computadora o incluso en un semiconductor. Nunca se logrará —las razones son largas para describirlas aquí— con esta biotecnología. De hecho, la mayor parte de la revolución industrial que impulsa la sociedad moderna no es un tributo de la biotecnología, es producto del desarrollo de máquinas de vapor, motores a nafta y todo tipo de artefactos eléctricos, como radios, televisores, teléfonos y computadoras, todos ellos producidos por la tecnología del otro lado, el lado "seco", un área que parecería apuntar a ser la de mayor desarrollo potencial.


martes, 4 de marzo de 2008

NANOPIPETAS DE CARBONO, MÁS PEQUEÑAS QUE CÉLULAS

(NC&T) Hay micropipetas de vidrio casi en cada laboratorio del mundo dedicado al trabajo con células, pero son frágiles en los tamaños más pequeños, pueden causar daños irreparables a la célula y no pueden utilizarse como inyectores y electrodos simultáneamente.

Haim Bau, profesor en la Sección de Ingeniería Mecánica y Mecánica Aplicada en esa universidad, y su equipo, han desarrollado las diminutas pipetas basadas en el carbono que pueden producirse en masa, para eliminar los problemas asociados con las micropipetas de vidrio. Aunque sus tamaños van desde unas decenas hasta unos centenares de nanómetros, son mucho más fuertes y flexibles que las micropipetas tradicionales de vidrio. Si la punta de una nanopipeta de carbono se aprieta contra una superficie, la punta se dobla con elasticidad y luego recupera su forma inicial. Sin embargo, son lo bastante rígidas para penetrar en las células musculares, las células de los carcinomas y las neuronas.

Los investigadores creen que las pipetas serán útiles para medir las señales eléctricas de las células durante la inyección de fluidos. Además, son transparentes a los rayos X y a los electrones, lo cual las hace especialmente útiles en la captación de imágenes en el ámbito molecular. Al agregar la proteína apropiada a la pipeta, se crea un biosensor de tamaño nanométrico que puede detectar la presencia de proteínas.

El próximo desafío para los investigadores es utilizar las nuevas herramientas en la nanocirugía.

lunes, 18 de febrero de 2008

LUCHA CONTRA LA CONTAMINACIÓN ES UNA DECISIÓN MUNDIAL

(RPP) "La contaminación del aire no tiene fronteras, no se divide entre países y los gases que enviamos a la atmósfera, desde hace unos cuantos años, es de libre circulación y provocan impacto sobre todo el planeta", advirtió la doctora Graciela Magrin, coordinadora del capítulo de América Latina del Cuarto Informe del panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC).
Según precisó, en algunas zonas de América Latina se presentan fuertes señales de cambio climático desde hace 30 años.
Aunque la humanidad deje de emitir gases, sostuvo, los ya liberados en la atmósfera seguirán afectándola y cambiando el clima por 50 o 100 años más.
Estamos en un camino en donde la suerte está echada y lo que debemos hacer -consideró- es reducir nuestras emisiones para atenuar las consecuencias.
"Es un problema de todosÂ… esta es una decisión mundial, un país sólo no puede luchar contra él (Cambio Climático)", dijo.
Toda sociedad poderosa, que pueda enfrentar los cambios, lo hará de mejor manera a comparación de cualquier otra con menos recursos, explicó.
Como ciudadanos simples, manifestó, hay un montón de cosas que podemos hacer para reducir las emisiones.
"Si no hay un compromiso mundial y los grandes emisores no se comprometen, esto no se arregla", afirmó la integrante de la Comisión Científica Tecnológica sobre Cambio Climático de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

CÓMO EVALUAR UN SISTEMA DE GESTIÓN DE LA SEGURIDAD E HIGIENE OCUPACIONAL

El mejoramiento de la gestión de la Seguridad e Higiene Ocupacional en las organizaciones es un elemento de gran importancia para lograr los niveles de calidad y productividad requeridos en los momentos actuales. Este proceso precisa del diagnóstico sistemático para la elaboración de planes de acción que permitan la eliminación de los problemas existentes en este campo. En el articulo se muestra un sistema de indicadores para la evaluación del desempeño de la Seguridad e Higiene Ocupacional, basado en la filosofía del mejoramiento continuo. Además se refleja su aplicación en dos empresas apreciándose la existencia de problemas en la efectividad, eficiencia y eficacia de los sistemas evaluados.
Las prácticas actuales en la Gestión de Recursos Humanos consideran a la Seguridad e Higiene Ocupacional como un elemento importante dentro de los sistemas de compensación que las organizaciones ofrecen a sus empleados (Louart,1994). Múltiples empresas del mundo adoptan estrategias encaminadas al perfeccionamiento de las condiciones en que los recursos humanos desempeñan su labor. Los postulados de la mejora continua pueden ser aplicados a la Gestión de la Seguridad e Higiene Ocupacional en la empresa permitiendo lograr niveles superiores en las condiciones de trabajo y en la prevención de los accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales, lo que conduce a incrementar la satisfacción laboral y la productividad del trabajo (O’Brien,1996; O'Rourke,1999; Seabrock,1999). Esta filosofía precisa de un diagnóstico que permita determinar los principales problemas que afectan el desempeño del proceso donde se aplica.
Diversos autores abordan la temática refiriendo la necesidad de establecer o diseñar indicadores, patrones o medidores que permitan apreciar el comportamiento del proceso (Denton,1985; MAPFRE,1993; Rodriguez, 1991; Ramírez, 1996;Birkmer,1999).
Existen tres criterios comúnmente utilizados en la evaluación del desempeño de un sistema, los cuales están muy relacionados con la calidad y productividad del mismo (Gómez,1991; López, 1994; Alvarez, 1993). Estos criterios pueden ser aplicados en el campo de la seguridad de la siguiente forma:
· Efectividad de la seguridad: Medida en que el sistema de Seguridad e Higiene Ocupacional cumple con los objetivos propuestos en el periodo evaluado relacionados con la prevención de accidentes y enfermedades y el mejoramiento de las condiciones de trabajo.
· Eficiencia de la seguridad: Medida en que el sistema de Seguridad e Higiene Ocupacional emplea los recursos asignados y estos se revierten en la reducción y eliminación de riesgos y el mejoramiento de las condiciones de trabajo.
· Eficacia de la seguridad: Medida en que el sistema de Seguridad e Higiene Ocupacional logra con su desempeño satisfacer las expectativas de sus clientes (trabajadores y organización).
Según Cavassa (1989) la gestión de la prevención contemporánea carece de estadísticas de valor directo por la ausencia de datos correctos disponibles. De la revisión bibliográfica efectuada, acerca de los sistemas de medición de la seguridad que se utilizan actualmente a nivel mundial, se debe destacar que la mayoría de ellos recurren a la utilización de dos parámetros fundamentales como son la frecuencia y la gravedad de los accidentes (Corrons,1979; Denton,1985; Rodriguez,1991 Chiavenato,1993; Sikula,1994; Taggart,1999) los cuales presentan inconvenientes por su marcado carácter retrospectivo. A continuación se describe un conjunto de indicadores propuesto para la evaluación del desempeño del sistema de seguridad e higiene ocupacional basado en los enfoques de efectividad, eficiencia y eficacia.

La proxima semana veremos:
SISTEMA DE INDICADORES PARA LA EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO DE LA SEGURIDAD E HIGIENE OCUPACIONAL

NORMAS DE CERTIFICACION

¿Qué son las normas ISO 9001:2000?
Existen más de 640.000 empresas en el mundo que cuentan con la certificación ISO 9001. ¿Qué saben ellas que usted no sepa?
Muchos oyen hablar de la ISO 9001 por primera vez sólo cuando un posible cliente se acerca a preguntar si la empresa cuenta con esta certificación. ¿Qué es exactamente la ISO 9001? ¿Qué significa esto para los resultados de una empresa? ¿Qué se debe hacer para obtener esta certificación? ¿Dónde comienza una empresa?
Este artículo trata sobre los elementos que se incluyen en la norma ISO 9001 y en las ventajas que tiene una empresa al conseguir la certificación.
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La Organización Internacional de Estandarización (ISO, según la abreviación aceptada internacionalmente) tiene su oficina central en Ginebra, Suiza, y está formada por una red de institutos nacionales de estandarización en 156 países, con un miembro en cada país. El objetivo de la ISO es llegar a un consenso con respecto a las soluciones que cumplan con las exigencias comerciales y sociales (tanto para los clientes como para los usuarios). Estas normas se cumplen de forma voluntaria ya que la ISO, siendo una entidad no gubernamental, no cuenta con la autoridad para exigir su cumplimiento. Sin embargo, tal como ha ocurrido con los sistemas de administración de calidad adaptados a la norma ISO 9000, estas normas pueden convertirse en un requisito para que una empresa se mantenga en una posición competitiva dentro del mercado.
¿Qué es la norma ISO 9001?
La ISO 9001 es una norma internacional que se aplica a los sistemas de gestión de calidad (SGC) y que se centra en todos los elementos de administración de calidad con los que una empresa debe contar para tener un sistema efectivo que le permita administrar y mejorar la calidad de sus productos o servicios. Los clientes se inclinan por los proveedores que cuentan con esta acreditación porque de este modo se aseguran de que la empresa seleccionada disponga de un buen sistema de gestión de calidad (SGC). Esta acreditación demuestra que la organización está reconocida por más de 640.000 empresas en todo el mundo.
Cada seis meses, un agente de Registradores realiza una auditoría de las empresas registradas con el objeto de asegurarse el cumplimiento de las condiciones que impone la norma ISO 9001. De este modo, los clientes de las empresas registradas se libran de las molestias de ocuparse del control de calidad de sus proveedores y, a su vez, estos proveedores sólo deben someterse a una auditoría, en vez de a varias de los diferentes clientes. Los proveedores de todo el mundo deben ceñirse a las mismas normas.

miércoles, 2 de enero de 2008

SÍNTESIS DE COMBUSTIBLE A PARTIR DE CO2

El ser humano produce mucho dióxido de carbono. Cada vez que quemamos combustibles fósiles lo emitimos a la atmósfera. De hecho, se está convirtiendo en una amenaza para el planeta porque es un gas de efecto invernaderp. Por otro lado todo el parque automovilístico mundial se basa en combustibles como la gasolina o el gas oil que obtenemos del petróleo, es decir, combustibles fósiles. De momento no parece que seamos capaces de cambiar rápidamente esta tecnología por una eléctrica o basada en hidrógeno.Imaginemos que tenemos una fuente de energía no basada en combustibles fósiles (si es alternativa mejor que mejor) y que a partir de CO2 agua y energía fuésemos capaces de sintetizar gasolina o algo similar. Podríamos utilizar nuestros excedentes de dióxido de carbono para fabricar combustible muy poco contaminante (al quemarse se produciría el CO2 que se obtuvo de la atmósfera) para ser usado en nuestros actuales automóviles. Al parecer ya están trabajando en ello aunque habrá que esperar. Gabriele Centi de la Universidad de Messina en Italia usa energía solar captada por una lámina de dióxido de titanio para ionizar CO2 en su forma líquida. Mezclando este compuesto con agua se pueden crear cadenas de hidrocarburos. En las pruebas realizadas se obtiene por ejemplo gas natural (metano) y metanol, pero el número y tipo de estos hidrocarburos no se puede controlar.El grupo de Centi decidió entonces usar CO2 en su forma gaseosa en un dispositivo similar a una célula de combustible denominado reactor fotoelectrocatalítico y usando diversos catalizadores que iban desde el cobre hasta el carbono en forma de nanotubos. En todos los casos se producían hidrocarburos complejos a partir de CO2 y agua. Los hidrocarburos tenían hasta 9 átomos de carbono, que es el típico hidrocarburo presente el los combustibles convencionales. Usando hierro y nanotubos de carbono el proceso era bastante eficiente aunque no tanto como cuando se usaba platino o paladio. Estos metales son muy caros y de momento el proceso no del todo rentable, pero sería suficientemente rentable como para sintetizar combustible en Marte para un hipotético vuelo de regreso. De este modo no se necesitaría llevar todo el combustible necesario hasta allí sino que parte de él se crearía a partir de la atmósfera marciana (principalmente compuesta de dióxido de carbono) agua y luz solar.Este resultado ha sido presentado en el congreso de la American Chemical Society en San Francisco recientemente.Naturalmente la meta sería hacer que este proceso fuese mucho más rentable y pudiésemos fabricar eficientemente gasolina a parir de CO2 agua y la luz del Sol. Ni siquiera tendríamos que cambiar de automóviles.

EL ELEMENTO 118 DE LA TABLA PERIÓDICA YA HA SIDO CREADO

Ahora ya se trata del elemento más pesado conocido, ha sido bautizado como Ununoctio, siguiendo la nomenclatura sistemática de la IUPAC (Unión Internacional para la Química Pura y Aplicada).
Su símbolo es Uuo y su número atómico, el número de protones que hay en su núcleo, es de 118. Posiblemente, comparta propiedades de los gases nobles, aunque se trata de un elemento muy radioactivo, presuntamente se trate de un gas.Su creación se ha logrado fusionando Californio (Z=98) y Calcio (Z=20) el resultado ha sido un elemento de Z=118 situado en la misma columna de los gases nobles, justo debajo del Radón.